TECNOLOGÍA EDUCATIVA en su conceptualización ha sufrido cambios a lo largo del tiempo, debido a la evolución de las nuevas tecnologías, de las ciencias que la fundamentan, de la dependencia de la psicología del aprendizaje, pasando de una perspectiva técnico-empírica a una perspectiva cognitiva mediacional y crítica.
En palabras de CABERO (1999): “la Tecnología Educativa es un término integrador (en tanto que ha integrado diversas ciencias, tecnologías y técnicas: física, ingeniería, pedagogía, psicología...), vivo (por todas las transformaciones que ha sufrido originadas tanto por los cambios del contexto educativo como por los de las ciencias básicas que la sustentan), polisémico (a lo largo de su historia ha ido acogiendo diversos significados) y también contradictorio (provoca tanto defensas radicales como oposiciones frontales)”.
Sin ánimo de adentrarnos en realizar un análisis en su evolución como disciplina y como aportación a la labor docente, podemos decir que es un concepto centrado en los medios (tecnología EN la educación) y un concepto centrado en la instrucción (tecnología DE la educación). No obstante, dado que son continuas las innovaciones, no se puede restringir el concepto a la Didáctica sino que su significación la entendemos como “tecnología EN la educación”, y la consideramos como una disciplina transversal de las Ciencias de la Educación, con un componente práctico aportando elementos tecnológicos, metodológicos, relacionados con las TIC.
Su finalidad es facilitar el proceso de enseñanza aprendizaje, en su eficiencia y eficacia.
Reflexiones
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